Las finanzas se preocupan principalmente del crecimiento, la rentabilidad y el riesgo y se ocupan directamente del dinero, los procesos y la información. Son temas que atañen a cualquier responsable empresarial y que explican que las tres razones principales que apoyan estudiar un Máster en Finanzas sean por especialización, por complementariedad y por necesidad.
La importancia de especializarse en finanzas
Un primer objetivo del Máster en Finanzas responde al deseo de especializarse en esta función para profundizar en lo que ya se hace o para reconvertirse. Lo normal es que esta razón sea la habitual cuando la formación de base y la experiencia es en administración de empresas, pero también es válida para otros perfiles. Por ejemplo, los ingenieros, los matemáticos y los físicos cursan el Máster muy satisfactoriamente. Es muy útil también para el jurídico que busca la especialización financiera para ganar empleabilidad. Lo más importante no es tanto la mochila con la que entra cada uno como su firme determinación a aprender finanzas, una profesión siempre joven.
Las finanzas apoyan la carrera del no financiero
La segunda razón es por complementariedad. Es cuando se está en otra función pero se comprende que las finanzas son un requisito para la promoción profesional. Las finanzas son uno de los lenguajes principales de los negocios y cualquier responsable debe hablarlo para comprender sus resultados. Desde el director de empresa o de división, o quien aspire a serlo, al responsable comercial o cualquier gestor operativo han de manejarlo porque toda decisión de la empresa repercute antes o después sobre su situación financiera. Por ello el criterio financiero está presente en casi todas las decisiones no financieras y no puede olvidarse tenerlo en cuenta por ignorancia. Precisamente, los errores más graves nacen de la ignorancia porque se decide sin comprender lo que se pretende y desconociendo sus consecuencias.
Cuando las finanzas son imprescindibles
La tercera razón es por necesidad como es el caso del empresario/emprendedor. La gestión excelente de las finanzas no asegura el éxito pero su mala gestión sí garantiza el fracaso. El error financiero cuando la empresa nace y es débil, puede ser fatal. El empresario debe vacunarse para no caer en los errores de manual que vulneran las buenas prácticas empresariales y que se explican en cualquier Máster de Finanzas solvente. Además, la gestión financiera contribuye también a potenciar el crecimiento rentable de la empresa, controlando el riesgo. Ello exige formular los objetivos y las políticas financieras de gestión y ahí debe participar el empresario porque eso no es delegable como tampoco lo es el control de su propiedad.
Otras aportaciones de las finanzas
Además, el Máster en Finanzas tiene otras ventajas para quien lo cursa. Ayuda por ejemplo, a gestionar el patrimonio propio o familiar. También aporta capacidades de gestión muy valiosas, como analizar y resolver problemas, trabajar en equipo, comunicar y negociar. Enseña a pensar de manera distinta, con más método y amplitud, y a enfrentar los problemas con decisión y diferentes puntos de vista con el objetivo de indagar para comprender, porque solo lo que se comprende se gestiona atinadamente. Asimismo, toda empresa precisa una buena competencia financiera, todavía más en la era digital, lo que refuerza la empleabilidad de este Máster. Por último, ayuda al networking y a crear una red de colegas y amigos para siempre.
En resumen, hacer bien un buen Máster de Finanzas es una buena decisión y un paso firme para lograr una carrera profesional de éxito. Es una inversión muy beneficiosa para quien se esfuerza en aprovecharla.