Las nuevas profesiones verdes

Las nuevas profesiones verdes

El mercado laboral está cambiando a gran velocidad, y con él, las habilidades y perfiles profesionales más demandados. En este contexto de transformación, las profesiones verdes emergen como una de las principales áreas de crecimiento.

Impulsadas por la transición energética, la lucha contra el cambio climático y la necesidad de un desarrollo más sostenible, estas ocupaciones no solo son clave para el futuro del planeta, sino también para el futuro profesional de quienes buscan aportar valor a la sociedad desde su carrera.

¿Qué son las profesiones verdes?

Las profesiones verdes son aquellos empleos vinculados directa o indirectamente con la protección del medio ambiente, la sostenibilidad, la eficiencia energética, la gestión de recursos naturales o la economía circular. Su objetivo es reducir el impacto ambiental de las actividades humanas y contribuir a una transición ecológica.

Aunque muchas de estas profesiones surgen en sectores como las energías renovables, la movilidad sostenible o la construcción ecológica, lo cierto es que la sostenibilidad ya está presente en casi todos los ámbitos: desde el marketing hasta la logística, pasando por la tecnología, la industria o las finanzas.

Ejemplos de nuevas profesiones verdes

El auge de la economía verde está dando lugar a la aparición de nuevos perfiles profesionales que hace una década apenas existían o eran minoritarios. Algunos de los más representativos son:

1. Gestor de sostenibilidad

Responsable de diseñar y ejecutar estrategias sostenibles dentro de empresas o instituciones. Evalúa el impacto ambiental y social de las operaciones y propone medidas para reducir la huella ecológica.

2. Especialista en energías renovables

Desde ingenieros hasta técnicos de mantenimiento, el crecimiento de las energías solar, eólica o geotérmica ha creado una gran demanda de profesionales capacitados en este campo.

3. Consultor en economía circular

Ayuda a las organizaciones a rediseñar sus procesos para minimizar residuos, reutilizar materiales y optimizar recursos. Este perfil se vuelve clave en industrias que buscan modelos de producción más responsables.

4. Analista de riesgos climáticos

Evalúa el impacto del cambio climático en sectores como el financiero, asegurador o agrícola, permitiendo tomar decisiones más informadas y prevenir pérdidas.

5. Urbanista sostenible

Diseña ciudades teniendo en cuenta la eficiencia energética, la movilidad sostenible, las zonas verdes y la gestión del agua, entre otros factores clave para mejorar la calidad de vida urbana.

Un sector en crecimiento

Según informes internacionales, el crecimiento de la economía verde podría generar millones de empleos nuevos en los próximos años. La transición ecológica no solo es una prioridad política y medioambiental, sino también económica. Los gobiernos y empresas están invirtiendo en innovación sostenible, y eso requiere capital humano cualificado.

En este escenario, las profesiones verdes se consolidan como una apuesta de futuro, especialmente para quienes deseen una carrera alineada con los retos sociales y ecológicos actuales.

La formación: clave para acceder a empleos verdes

Acceder a estas oportunidades requiere una formación especializada y actualizada. Por eso, en Next Educación ofrecemos programas como el Máster en Economía Verde —una formación pionera y orientada a la empleabilidad en sectores emergentes—. En él, los estudiantes adquieren competencias sobre sostenibilidad empresarial, innovación verde, normativa ambiental y nuevas tendencias del mercado laboral ecológico.

Además, se trabaja desde una perspectiva internacional, ya que los retos medioambientales son globales, y la cooperación entre países e instituciones es fundamental para avanzar hacia un modelo de desarrollo más justo y respetuoso con el planeta.

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¿En qué consiste la Responsabilidad Social Corporativa o RSC?

La Responsabilidad Social es ya una de las prioridades de muchas empresas

En el ámbito empresarial, cada vez más organismos se preocupan por los impactos que sus actividades generan a todos los niveles de la sociedad y al medio ambiente. Te contamos qué es la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y por qué es tan importante.

A mediados de los años noventa, numerosos organismos y países de todo el mundo apoyaron un llamamiento de la sociedad al sector privado para que pusiese en marcha un nuevo modelo de convivencia y de gestión que permitiera dar solución y respuesta a una nueva realidad globalizada y cambiante. De ese proyecto nacieron los principios de la Responsabilidad Social Corporativa.

La RSC es una forma de actuación adoptada por las empresas que se basa en la gestión de los impactos que su actividad ocasiona sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general. En definitiva, afecta a las áreas económicas, sociales y medioambientales.

Sin embargo, esta Responsabilidad Social Corporativa se puede ampliar también a ámbitos vinculados directamente con el funcionamiento de las empresas como son los derechos humanos, las prácticas de trabajo y empleo, la protección de la salud, la lucha contra el fraude o los intereses de los consumidores. Así, los objetivos de las organizaciones han pasado de ser puramente económicos a tener un fin social.

La RSC se traduce en una serie de acciones como son el compromiso de las empresas por que se transmita con su actividad a la sociedad la parte de responsabilidad que tiene esta, la conducta ética con la práctica de negocios aceptados desde el punto de vista social o la adaptabilidad de las compañías al entorno donde se apliquen los principios de RSC establecidos.

Dentro de esas acciones, la transparencia, la formación, la inversión en investigación e innovación o el fomento de un consumo responsable para los clientes son algunos de los elementos que caracterizan el funcionamiento de la RSC.

En el desarrollo de esos principios, el departamento de RSC tiene en cuenta la legislación nacional e internacional y se dirige a todas las áreas de negocio de la empresa. Además, se orienta a la satisfacción e información de las expectativas y necesidades de los grupos de interés.

Por otro lado, las empresas no deben promover la Responsabilidad Social Corporativa porque se sientan obligadas a ello de cara a transmitir una buena imagen a la sociedad, sino porque apostar por ella supone una oportunidad para impulsar su negocio de una forma sostenible.

Por eso, no es solo tarea de los altos directivos llevar a cabo estas acciones, sino que todo el equipo humano debe implicarse, ejerciendo así de altavoz de la compañía de cara al público. Esta implicación llevará, además, a una mayor motivación de los empleados, pues se sentirán partícipes de las buenas acciones llevadas a cabo por la organización.

[Máster en Comunicación Corporativa y Marketing Digital de Next IBS]