Clamor unánime frente al cambio climático por políticas y acciones inmediatas

Foro Next Educación Cumbre del Clima y cambio climático

Directivos del sector público y privado ha analizado en el Foro Next Educación «Y después de la Cumbre del Clima, ¿AHORA QUÉ?» la Cumbre de Clima celebrada en Madrid en las últimas semanas, poniendo en foco las iniciativas que se están llevando a cabo desde diferentes ámbitos para luchar contra el cambio climático.

No sabemos si el capitalismo está acabado, como señaló hace pocos días un titular del New York Times, pero “estamos ante un cambio de paradigma, en un momento de inflexión, en el que la conciencia social está siendo un factor fundamental para que los políticos y las administraciones tomen cartas en el asunto”, ha subrayado la arquitecta Ángela Baldellou en el Foro Next Educación “Después de la Cumbre del Clima ¿Ahora qué?” en el que se han puesto de manifiesto algunos aspectos que rodean la lucha contra el cambio climático.

Tras felicitar a los organizadores de la COP25 por preparar una cumbre en tres semanas, Manuel Campo Vidal, presidente de Next Educación, ha dicho que es el momento de que “las empresas, la sociedad civil y la universidad ofrezcan respuestas“, para anunciar la creación del “primer Máster en Economía Verde que existe en España, que combina la sostenibilidad ambiental con la económica, la social y la política”.

Ángela Baldellou, directora de este Postgrado que se inaugura en enero y coordinadora general del Observatorio 2030 del CSAE -entidad que ha declarado una emergencia climática inédita en Europa-, ha indicado que en los próximos años se van a transformar unos 93 millones de empleos en el mundo. Baldellou ha coincidido con todos los intervinientes del Foro Next en que “el cambio ya está aquí y hay que actuar para lograr un mercado unitario en las emisiones de carbono”.

“Hasta que no pongamos un precio al CO2, nos va a costar acelerar esta transición energética”, ha señalado el director global de Negocio Responsable de BBVA, Antoni Ballabriga, tras pedir a los gobiernos que trabajen en políticas fiscales y anunciar que en el año 2020 la entidad financiera incorporará un precio del CO2 en sus presupuestos y en su proceso de planificación: “Cada área va a ser consciente de cuáles son las emisiones, cómo tiene que incorporar ese coste en su presupuesto e incentivar que se tomen las medidas para acelerar esa bajada”. “Los resultados de la COP25 han sido insuficientes, pero el Pacto Verde europeo es un hecho trascendental”, ha dicho.

Tras calificar de “apasionante” la tarea de organizar a contrarreloj la COP25, el director general de la Agenda 2030, Federico Buyolo, ha recordado que “solo hay un país capaz de hacerlo que es España, por dos razones, una por solvencia y otra por inconsciencia”, parafraseando un reciente comentario. Para Buyolo, uno de los éxitos ha sido contar con la colaboración de todos los agentes, que ha demostrado que “cuando nos unimos y trabajamos en la misma dirección, somos capaces de conseguir grandes cosas”.

Paloma Baena Olabe, vicepresidenta de Global Partnerships en Clarity AI, ha dicho que hay que volver al concepto de ecosistema, destacando la importancia de los datos, porque “no podremos lograr una regulación si no tenemos evidencias solidas que permitan al regulador tomar decisiones». En su opinión, la sociedad civil puede formar parte del proceso del cambio aceptando el concepto de lobby como “algo muy positivo”. “En la COP se ha hablado de que el Banco Europeo de Inversiones pasará a movilizar un billón de euros”, ha destacado Baena para precisar que “si podemos movilizar 80 billones de dólares de acuerdo a criterios de sostenibilidad e impacto social, todo lo demás es anecdótico”.

Pese a coincidir con la salida de Trump del abandono de Estados Unidos y a la convulsión en varios países, Buyolo ha insistido en la firme decisión de la organización española de la COP25 de “acelerar los cambios” porque era el momento de dar un paso adelante: “A partir de ahí toda la sociedad española en su conjunto se puso a trabajar y hemos conseguido más sensibilización que en los últimos tres años”. El máximo responsable de la Agenda 2030 ha urgido a acabar con los bandos y “crear conexiones y alianzas entre países, administraciones,  empresas y sociedad civil para vencer el “freno” de Estados Unidos, Rusia, Brasil, India y China, para ser “más ambiciosos en el mercado de carbono”. “Los cambios van a venir y podemos dejarnos llevar o liderarlos”, ha dicho.

La directora del Máster en Economía Verde de Next Educación cree que la industria europea tiene que ver la oportunidad de la transición porque de lo contrario se convertirá en una amenaza. En su opinión, “la nueva Comisión ha hecho una apuesta muy acertada para retomar el liderazgo y la hegemonía moral de Europa”, que debe tener en cuenta aspectos sociales como justicia y equidad.

Juan Carlos Delrieu, director de Planificación Estratégica de la Asociación Española de la Banca (AEB) ha señalado que “uno de los múltiples obstáculos para las finanzas sostenibles tiene que ver con la falta de formación, porque entramos en un mundo tan complejo de la gestión de los datos, y en la interpretación de los resultados”. Delrieu ha destacado “el potente acuerdo” firmado por el 95% de los bancos de España que, “junto con Holanda, nos hace únicos en Europa”. Este acuerdo llega en un momento en el que “el marco y la regulación están en construcción y nos faltan datos para tomar las decisiones adecuadas, para gestionar el riesgo y aprovechar oportunidades”. Pero la Banca ha dicho “no nos podemos quedar atrás, nos alineamos con el Acuerdo de París».

Delrieu estima que “más del 95% de la población es muy consciente del cambio”, pero que “el 96% del tejido productivo todavía no es sensible y no ve cuales son los riesgos y oportunidades del Cambio Climático”.

Tras urgir a lograr “una reforma fiscal ambiental” y asegurar que el sector eléctrico tiene que ir “a un sistema de 100% renovables”, Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático de Iberdrola, ha insistido en la urgencia de “pasar de las palabras a los hechos” porque “esta tiene que ser la década de las políticas, del liderazgo y de la acción”. El vicepresidente del Grupo Español para el Crecimiento Verde considera que “es posible cambiar este mundo; las empresas estamos dispuestos a invertir. Pero no se avanza porque no hay políticas, que son las que transforman la sociedad. Ahora se necesita liderazgo político para poner en marcha políticas de transición justa, políticas económicas y financieras”. “El plan del Gobierno ve la lucha contra el cambio como una oportunidad para todos”, ha indicado.

El director Global de Negocio Responsable de BBVA ha destacado la reciente firma en Nueva York de un compromiso de 34 bancos para alinearse con el Acuerdo de París. Y ha advertido que “cuanto más tarde actuemos, más dura será la disrupción” para pedir una mayor reducción de las emisiones cada año. La entidad financiera quiere acompañar y ayudar con soluciones a las empresas que quieren hacer el cambio, preparándose “desde el punto de vista del riesgo y de las oportunidades”, con una estrategia que pivota sobre salud financiera y sostenibilidad. Ballabriga ha pedido la creación de incentivos porque “esto va de que las Pymes puedan hacer esta transición, de que los ciudadanos puedan hacer el cambio de vida que necesitamos”.

El directivo ha recordado también que más de 50 ministerios de Finanzas se han comprometido a impulsar las políticas económicas y cada vez hay más empresas comprometidas con la reducción de los riesgos de emisiones: “Van claramente por delante de los estados, del Gobierno”.

El turismo sostenible y la Cumbre del Clima, ¿se ha avanzado en algo?

El turismo sostenible ha sido uno de los temas que se ha debatido en la Cumbre del Clima

La reciente COP25 celebrada en Madrid parece no haber llegado a buen puerto en lo que a la definición de unos objetivos para luchar contra el cambio climático se refiere pero, ¿y en materias más específicas como el turismo sostenible? Lo repasamos.

Turismo y cambio climático parecen no tener una relación directa. Sin embargo, estos dos términos están condenados a ir de la mano porque esta actividad, por su tamaño y la repercusión que tiene en todo el mundo, lleva irremediablemente a la alteración de los recursos naturales de un territorio, tanto a nivel de vegetación como de fauna.

Si el turismo quiere continuar creciendo al ritmo vertiginoso que lo ha hecho en las últimas décadas, es fundamental que sea sostenible, es decir, que apueste por los recursos y minimice cualquier acción humana sobre el territorio. De otra manera, el número de territorios afectados por el turismo masivo será cada vez mayor.

La Organización Mundial del Turismo define turismo sostenible como aquel que “tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.

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En la COP25, donde se han debatido numerosos temas relacionados con la lucha contra el cambio climático este término también ha tenido cierto protagonismo. La Secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, indicó en la mesa redonda Hacia un modelo de turismo sostenible que “la sostenibilidad es una prioridad, por lo que hemos alineado la política turística en este concepto”.

Pero no solo el Gobierno ha mostrado su intención de caminar hacia un turismo sostenible. También lo han hecho entidades como Paradores, que ha presentado el modelo de turismo sostenible que sigue la cadena para estar a la vanguardia hotelera en materia de sostenibilidad.

Para ello, ha intensificado las acciones que llevan a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. Entre ellas, se está trabajando para reducir los plásticos de un solo uso y para reducir al máximo el desperdicio alimentario ajustando la compra de materias primas y animando a los clientes a que se lleven los alimentos que no han consumido en envases biodegradables.

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Más allá de Paradores, por ejemplo, Promoción Turística de Menorca también ha querido presentar este destino como isla turística sostenible en otra de las mesas de debate de la Cumbre del Clima. En el encuentro se abordaron los retos de las islas turísticas para combatir el cambio climático como la desestacionalización o la gestión del ciclo del agua.

La presidenta del Consell, Susana Mora, también explicó la Estrategia Menorca 2030, un plan de descarbonización con el que la isla balear quiere proponer que el peso de la generación de energía con fuentes renovables sea del 85% en un plazo de diez años.

En definitiva, cada vez son más los organismos públicos y empresas privadas que apuestan por poner en marcha acciones de turismo sostenible, un turismo que debe hacer frente a conflictos medioambientales como el consumo de energía en el transporte, los residuos descontrolados, el ruido o la degradación paisajista.

La economía circular, una de las claves de la Cumbre del Clima de Madrid

La Cumbre del Clima se celebra en Madrid

Bajo el lema “Tiempo de actuar”, Madrid acoge desde ayer, y hasta el 13 de diciembre, la Cumbre del Clima de la ONU, que reunirá a representantes de todo el mundo con el fin de encontrar vías para reforzar el cumplimiento del Acuerdo de París frente al cambio climático. Repasamos las claves de este encuentro internacional.

Casi 200 países que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se reúnen estos días en Madrid con motivo de la Cumbre del Clima. Aunque el emplazamiento original de este COP25 era Santiago de Chile, las protestas que se están produciendo desde hace unas semanas en el país andino llevaron al gobierno chileno a renunciar a su celebración.

La cumbre se convocó con el objetivo de profundizar en las negociaciones para hacer plenamente efectivo el acuerdo de París  de 2015, el primer pacto mundial a favor del medio ambiente y contra el calentamiento global, que sustituirá al Protocolo de Kioto en enero de 2020. En este acuerdo 195 países se propusieron detener el incremento de temperaturas por encima de 2ºC (respecto a los niveles preindustriales) y proseguir los esfuerzos para contener ese aumento, incluso, por debajo de 1,5ºC.

Además, el pacto comprometía a los países firmantes en materia de mitigación (reducción de gases), así como a la adaptación al cambio climático, considerando que esta contribución será diferente en cada país según capacidades. La UE se marcó, como meta, lograr que en el 2030 las emisiones disminuyeran un 40% respecto a 1990.

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Así, Madrid no será el emplazamiento en el que se planteen nuevas metas a largo plazo en lo que a la lucha contra el cambio climático respecta, sino el lugar en el que los países firmantes actualicen sus contribuciones nacionales destinadas a alcanzar los objetivos planteados en la capital francesa en materia de medio ambiente. En el caso de España, el gobierno manifestó hace unos días su idea de reducir las emisiones de carbono si otros países elevan también su compromiso.

Sin embargo, en la Cumbre del Clima el debate estrella será la previsión de crear mercados de carbono para facilitar a los países el cumplimiento del acuerdo de París. Para ello, se debe garantizar la aprobación de reglas que eviten la doble contabilidad de estas reducciones de gases (la del país que compra y el que vende) y definir el futuro de los derechos existentes hasta ahora procedentes del Protocolo de Kioto.

¿Qué papel tiene la economía circular en COP25?

La economía circular o verde también será estos días uno de los temas más comentados en IFEMA, donde está teniendo lugar este foro político sobre el calentamiento global. Como indicó en la jornada inaugural Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, “o se actúa y se apuesta por una economía verde o desaparecerá el mundo tal y como lo conocemos hoy en día”.

Guterres añadió que ante el cambio climático “no tenemos tiempo que perder, tenemos las herramientas, los recursos. Falta la determinación política”. En esa misma línea, Pedro Sánchez señaló que “hay que pasar de las palabras a la acción y hay que hacerlo entre todos porque si no no tiene sentido”.